El proyecto “La utopía del objeto” es el retorno a la realidad paralela y simbólica que he ido desarrollando en otros proyectos con la misma estructura plástica. En otros trabajos como: Objetos imposibles, Modismos y Greguerías visuales, han sido disciplinas donde se ha explotado la imagen de lo fantástico, imaginario e inexistente; por ello “La utopía del objeto” es un puesta plástica llevada al extremo y exacerbada, donde la obsesión por la asociación de formas y estructuras anatómicas del objeto se ha convertido en un juego de azar, un capricho creativo, una actividad arbitraria desprendida de todo compromiso con lo consciente y lo racional.
La representación de un escenario utópico por parte del artista, tiene en parte la ventaja de ser generado y proyectado en lo más recóndito del cerebro, con el único consuelo y satisfacción de generar mundos de ensoñación, mundos que confrontan con la representación del orden social establecido, contra el cual el artista tiene las herramientas para luchar contra esa alienación a través de una estética personal que se presentan como un acto de rebeldía.
El ejercicio simbólico de cada una de la imágenes nos da la capacidad de poder establecernos entre un estado ético y estético intermedio, representando una voluntad crítica para afianzarnos entre un mundo real e irreal. Las manifestaciones utópicas que rezuman de cada una de las imágenes del proyecto son el arma de oposición a un estado pasivo del comportamiento humano. El acto revolucionario y desinhibido a la hora de configurar las imágenes, determina el espíritu transformador y pedagógico que puede tener la incidencia de un proyecto plástico en la sociedad, con la finalidad de generar una metamorfosis reflexiva, porque según J.W. Goethe, “vivir en un mundo ideal consiste en tratar lo imposible como si fuera posible”.