PROFUNDIDADES ACCESIBLES
Silvia Mercé Cervelló,
Junio 2018.
Casa del Cable,
Xàbia.
“El principal objetivo de mi vida, ha sido liberar al hombre de los vínculos que lo retienen en la superficie, permitiéndose escapar de sus límites naturales, respirar en un medio irrespirable y resistir presiones cada vez mayores…”
Jacques Ives Cousteau, El mar viviente, 1964.
La primera red de cableado telegráfico entre Ibiza y Xàbia llegó a La Casa del Cable el 7 de Septiembre de 1860 para posteriormente dejar de funcionar, definitivamente, en la década de los años cincuenta del siglo pasado. Comunicando personas y adentrándose en el gran azul. Como dice la protagonista femenina de la película “Inmersión” (recientemente estrenada) “No somos polvo al polvo, somos agua al agua.”
Cuando uno se sumerge en el mar, siente como si conectase con sus ancestros. En el fondo, todos somos especies raras buscando como adaptarnos a nuestro medio, a nuestra tribu, desde nuestras familias como especie tratando cortar el cordón umbilical y emerger a un nuevo espacio propio.
Cables que comunican la península con las islas, personas intentando cruzar de un continente al otro en busca de una vida mejor y que en muchas ocasiones son engullidos por el mar o por el canto de alguna falsa sirena…
Redes que nos van complicando la existencia, piedras que nos amarran a la tierra, estrellas que como chalecos salvavidas nos protegen contra viento y marea…
Acercanos a la intensidad de los colores vibrantes de las profundidades marinas, solapando grafismos y seres saliendo a flote, dejando la luz, escamas que el tiempo y la vida han modelando sobre nuestra piel…
Infografías, collages, piezas híbridas, redes, cables, peces, especies raras…