Pepe Sart

 
 

PLASTICS

La cantidad de uso plástico en la era de su consumo nos invade en el día a día. Esto lleva a la reflexión del aprovechamiento de forma sensata, coherente y lo menos dañina posible para el medioambiente de este producto, que de forma masiva nos inducen a consumir. Incorporar el plástico a la obra de arte puede ser una solución a los recursos de los que disponemos en la actualidad.

La amplia tipología de plásticos comúnmente denominados, (aunque cada uno de ellos tiene una denominación específica dependiendo de su composición) que se han desarrollado desde su descubrimiento, nos da un magnífico abanico de posibilidades para trabajar como materia prima en múltiples aplicaciones y soporte.

Ya antes de su fabricación empieza a ser obra, diseñadores y artistas gráficos deciden cómo ha de ser el producto final, en color, forma y en diseño, amén de su funcionalidad.

Reutilizar el plástico con fines diferentes para lo que ha sido concebido ya que, de forma automatizada se usa este tipo de plástico de manera efímera y con un solo uso. (Bolsas de plástico y envases alimentarios.)

Dado que las industrias y compañías que lo comercializan lo lanzan al mercado con un precio bajo y nos sirve (en muchos de los casos) sólo para el transporte de productos entre el comercio y nuestro destino, es un material al cual no se le da la importancia que, creo, se debería. La fama de producto de segunda categoría propiciada por el valor de mercado, hace que no llegue a la altura de otros materiales ya posicionados en un rango superior como el metal, madera, vidrio, piedra, cerámica, etc.

En este caso, uno de los propósitos utilizar la bolsa de plástico de los comercios, puesto que son quienes ofrecen este servicio y comodidad para el consumidor, como herramienta para la aplicación de la tinta, de la pintura y el registro de la huella.

Para el soporte también se puede hacer acopio de material plástico, aunque no siendo reutilizado y al tener tratamiento diferente para el cual fue fabricado, ya no será desechado de forma efímera, intentando perpetuar el conjunto de plásticos en una obra de arte, como si de otro material noble se tratara.

La bolsa, el plástico, de colores, transparente, rígido, flexible, como soporte, como herramienta, como huella… todo procedimiento es válido con tal de concatenar el plástico desde sus orígenes a la transformación en pieza artística, creando un testimonio de la inconsciencia social acerca del uso de este material.

Las obras que a continuación de muestran, son consecuencia de mi reciclaje particular, mi aportación al arte a través de la reutilización del plástico.