“Lo único permanente es el cambio” (Heráclito)
Fotografías realizadas sobre el cuerpo humano, un paisaje en continua transformación. Imágenes de lo físico, la piel y lo carnal, combinadas con escenas de la naturaleza donde a su vez también fluye el cambio.
En el vínculo y la relación de la especie humana con su entorno natural, observo cómo las pautas de comportamiento y las consecuencias de cada acción parecen basarse en reglas o ritmos similares a los ciclos naturales, donde todo está conectado en una constante renovación y mutación de la materia y la energía. Este proyecto nace de esa necesidad de indagar sobre la transitoriedad de nuestra identidad.
Me interesa el cuerpo como entidad frágil, íntima y sensorial, como mapa y territorio en el que transitan y mutan las emociones. La huella del cambio, la renovación.
Reflexiono sobre lo quebradizo, lo impermanente e inestable de nuestras vidas. Observo la debilidad de creencias, ideas y sentimientos que se modifican con el paso del tiempo, y me asombra la maleabilidad del ser humano y su asimilación de toda experiencia.
Panta Rei es un ejercicio que ausculta el ser físico como si tratara de descubrir lo que se esconde bajo la piel, atisbando las formas en las que lo invisible se manifiesta. El mapa de nuestros procesos vitales se revela en la materia inerte y también en la orgánica.
En este trabajo autobiográfico me enfrento a mi vulnerabilidad. Mi paisaje emocional cambia. ¿Quién fui? ¿quién soy? ¿quién quiero ser?