La expresividad de lo textual y lo gestual, lado emotivo, se conjuga con la construcción ordenada de las formas, lado racional de la obra, convirtiéndose de este modo en metáfora por medio de la cual el ser humano deja constancia de su curiosa naturaleza, ese naufragio que nos lleva aq esforzarnos para mantenernos a flote, mezcla de caos y orden.
Oscar Bento nos conduce a su universo pictórico, una perspectiva personal de la realidad, donde la pintura transmite las imperece- deras sensaciones humanas de siempre, entre la paz y la guerra, entre la vida y la muerte, entre lo inorgánico y lo orgánico, entre
el instrinto y el cálculo, entre el gesto y la geometría.
«Sugerencias acerca de la obra del artista». Rafael Prats Rivelles
Una imagen apenas sugerida que posee sin duda hondas im- plicaciones subjetivas en torno al amor, la vida y la muerte. Y al mismo tiempo, un placer intrín- seco a la personalidad creativa de Oscar Bento, de consolidar algo que puede llegar a pare- cer otra cosa sin por ello dejarse tiranizar por lo visible. En este sentido, tenemos que referirnos una vez más a la singular belle- za de la obra de Bento, tanto en lo que entraña de valor creativo como en lo que posee de empe- ño vital. Y en este sentido, tam- poco está de más apelar a la conciencia del artista riguroso y al mismo tiempo sensible que no renuncia a sus inquietudes in- dagatorias si en ello hay razón suficiente para emprender cami- nos desconocidos, sendas que ya se adivinan llenas de buenos encuentros.
Amalia García Rubí Extracto del texto «La Belleza de lo Pequeño»